Ibuki Soma, Maestro Quincy
Introducción[]
Ibuki Soma es un Maestro Quincy y pertenece a la familia de los Ishida junto con el líder Sakiot Ishida.
Apariencia[]
Es un joven de 18 años. Con un pelo largo de color blanco hasta la espalda. Es de complexión media y tiene poca musculatura.
Personalidad[]
Posee una mentalidad retorcida y egocéntrica, para él no hay necesidad de tener amigos, le retrasarían. Además, no le agradan las típicas chorradas de compañerismo y amistad, lo único que puede captar su atención son el dinero y las chicas hermosas. Por supuesto, sería capaz de vender a su madre por una buena cantidad de pasta. Es grosero y maleducado con todo el mundo, sin importarle que sean más o menos poderosos que él, incluso un superior. Odia los títulos y los rangos, en resumen, considera a todos iguales. ¿Será su corazón totalmente negro o conserva algún atisbo de luz?
Sinópsis[]
Ibuki Soma
Su historia no es muy larga de contar. Su madre, Quincy renegada de su clan, emparentada lejanamente con los Ishida, no quería saber nada más de los suyos, quería vivir su propia vida. Solitaria y aventurera, recorría todo el vasto mundo en busca de la fama y la gloria que los Quincy no le podrían proporcionar.
Pocos años después de su marcha, conoció a cierto hombre que decía ser poseedor de una cuantiosa herencia, verdaderas riquezas. La avariciosa mujer se vio atraída por la erótica del poder y tuvo un escarceo amoroso con el extraño, con el fin de arrebatarle esos tesoros cuando este se descuidara.
Todo fue un engaño, la orgullosa Quincy se despertó en plena noche y descubrió la desaparición del individuo. Ciega de ira, salió en su persecución, nadie se burlaba de ella, nadie... 9 meses después, recibió un regalo que desperdició, un pequeño niño.
Fue entonces cuando maquino su nuevo plan, su hijo bastardo iba a ayudarla a encontrar a su desgraciado amante. ¿Como?. Fácil, abandonándolo frente a un orfanato en una cesta de mimbre y con una cartel en el que se leía "Ibuki Soma", el nombre del estafador padre del niño. De aquel modo, cuando creciera, sin duda buscaría información sobre su apellido y quizás encontrar a su objetivo... y para asegurarse de que aprendiera el oficio familiar, le dejó su colgante Quincy alrededor del cuello. Confiaba fuertemente en que el chico lograría dominar sus poderes.
Los años pasaron para el joven, que había heredado el carácter de su madre, para desgracia de los cuidadores del orfanato... cuando fue lo suficientemente mayor como para hacerlo, escapo, se busco un piso pequeño de alquiler, con una casero entrometido, como todo buen hijo de vecino. Pero el día que marcó su vida, fue el día que entró en un extraño restaurante y conoció a dos personas, un joven con gafas con pinta de médico y una chica pelirroja con pinta de niña pija. Fue esta última la encargada de introducirlo en su mundo y enseñarle a usar su aletargado poder, haciéndose íntima compañera del muchacho...
Ahora que por fin conocía su autentica naturaleza, estaba listo para proseguir su búsqueda con un poco de ayuda de sus nuevos aliados...